Vos venias atras mio, con tu capelina al viento y tu aire de dama de las camelias, que aun conservas al dia de hoy, mirando el mar las rocas, y siempre pensando en lo que vas a escribir.
Recuerdo que ese dia habiamos peleado en el desayuno, una de esas discusiones filosoficas en las cuales nos embretabamos horas, si nieztche o freud, o la mar en coche, el ejercicio de la dialectica nomas.
Sin embargo, reinaba cierta armonia entre tu capelina y mis lentes negros. Llegamos al faro y nos miramos como alentandonos, es ahora o nunca dije.
Empezamos a subir esa tortuosa escalera de caracol, a la mitad miro paraa atras y te veo sentada casi por abrir tu libro de Marosa,
Ah noooo vamos a subir las dos, yo sola no"...despues de rogar seguiste escalando el himalaya je.
Al llegar a la cima del faro, pudimos apreciar la belleza del mar a lo lejos, ,las islas y los lobos, el sol que ya pegaba y nubes que pasaban raudas.
Valio la pena subir dije feliz, y vos dijiste ah pero es casi lo mismo que la vista de mi depto en el piso 17...pense dos veces en tirarte para abajo con las gaviotas....pero en este pais las condenas por asesinato son largas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario