miércoles, 24 de junio de 2009

sabias palabras

Lo único que aconsejo es que permanezcáis juntos mientras lo que os una sea el amor
"Cuando digo que vuestro amor debería consistir en dejar que las cosas fluyan, en no hacer, en ser libres, lo que quiero decir es que no debería ser forzado. No debería ser algo que dependiera de la ley, de las conveniencias sociales. Quiero decir que la única atadura entre dos amantes es el amor, y nada más. Puede que ese amor dure mucho o que dure poco. Puede que ese amor dure toda la vida o que se acabe mañana. Eso es lo que quiero decir con dejar que fluya.

Hay personas que quieren practicar el libertinaje. Para mí, dejar que las cosas fluyan no significa eso. Yo no estoy diciendo que deberías estar cambiando de pareja todos los días. Eso también sería forzado. Eso sería pasar del extremo del matrimonio, en el que no puedes cambiar de pareja, al otro extremo, en el que tienes que cambiar de pareja.

Lo que digo es que permitáis que haya libertad. Si queréis estar juntos, muy bien. Y si un día queréis separaros, hacedlo con amor, agradeciéndoos el uno al otro los momentos maravillosos que os habéis proporcionado.

La separación debería ser tan bella como vuestro encuentro. Debería ser incluso más bella porque habéis vivido mucho tiempo juntos, habéis arraigado el uno en el otro a pesar de que ahora hayáis decidido dejaros. Pero conservaréis vuestros recuerdos. Os habéis amado; da igual que ahora sintáis que os resulta difícil estar juntos; hubo un tiempo en el que queríais permanecer juntos toda la vida. Así que separaos sin ningún conflicto, sin pelearos. Fuistes dos extraños que se conocieron, y ahora estáis volviendo a ser extraños pero con un gran tesoro que se creó entre vosotros. Al separaros, tenéis que sentiros agradecidos el uno con el otro.

No obstante, si sigue habiendo amor, no pretendo que rompáis la relación. He dicho que no tenéis que hacer nada contra ella. Si dura toda la vida, hasta que estéis en la tumba, también está muy bien. Y si sólo dura una noche y a la mañana siguiente sentís que no sois el uno para el otro, pero, a pesar de ello, habéis pasado una noche maravillosa juntos, tenéis que estar agradecidos.

Hay muchas personas que me han malinterpretado. Piensan que le estoy diciendo a la gente: "Cambiad de pareja lo más rápido y lo más frecuente que podáis". Pero yo no estoy diciendo eso. Lo único que aconsejo es que permanezcáis juntos mientras lo que os una sea el amor".

Osho, Aprender a amar. Enamorarse conscientemente y relacionarse sin miedos

el camino de cada uno


\A veces me quedo sin palabras.. no se que decir o que hacer, sin embargo dejo fluir mi interior y recurro a la musica, a algun texto, a algo que alguien ya dijo, para que mas.
Hoy estoy mal de la garganta, sera que no tengo que hablar?

lunes, 22 de junio de 2009

punto final

Cuando nos conocimos, ella me dijo: “Te doy el punto final. Es un punto muy valioso, no lo pierdas. Consérvalo, para usarlo en el momento oportuno. Es lo mejor que puedo darte y lo hago porque me mereces confianza. Espero que no me defraudes.” Durante mucho tiempo, tuve el punto final en el bolsillo. Mezclado con las monedas, las briznas de tabaco y los fósforos, se ensuciaba un poco; además, éramos tan felices que pensé que nunca habría de usarlo. Entonces compré un estuche seguro y allí lo guardé. Los días transcurrían venturosos, al abrigo de la desilusión y del tedio. Por la mañana nos despertábamos alegres, dichosos de estar juntos; cada jornada se abría como un vasto mundo desconocido, lleno de sorpresas a descubrir. Las cosas familiares dejaron de serlo, recobraron la perdida frescura, y otras, como los parques y los lagos, se volvieron acogedoras, maternales. Recorríamos las calles observando cosas que los demás no veían y los aromas, los colores, las luces, el tiempo y el espacio eran más intensos. Nuestra percepción se había agudizado, como bajo los efectos de una poderosa droga. Pero no estábamos ebrios, sino sutiles y serenos, dotados de una rara capacidad para armonizar con el mundo. Teníamos con nuestros sentidos una singular melodía que respetaba el orden del exterior, sin sujetarse a él.

Con la felicidad, olvidé el estuche, o lo perdí, inadvertidamente. No puedo saberlo. Ahora que la dicha terminó, no encuentro el punto final por ningún lado. Esto crea conflictos y rencores suplementarios. “¿ Dónde lo guardaste? – me pregunta ella, indignada -. ¿ Qué esperas para usarlo? No demores más, de lo contrario, todo lo anterior perderá belleza y sentido.” Busco en los armarios, en los abrigos, en los cajones, en el forro de los sillones, debajo de la mesa y de la cama. Pero el punto no está; tampoco el estuche. Mi búsqueda se ha vuelto tensa, obsesiva. Es posible que lo haya extraviado en alguno de nuestros momentos felices. No está en la sala, ni en el dormitorio, ni en la chimenea. ¿ El gato se lo habrá comido?.

Su ausencia aumenta nuestra desdicha de manera dolorosa. En tanto el punto no aparezca, estamos encadenados el uno al otro, y esos eslabones están hechos de rencor, apatía vergüenza y odio. Debemos conformarnos con seguir así, desechando la posibilidad de una nueva vida. Nuestras noches son penosas, compartiendo la misma habitación, donde el resquemor tiene la estatura de una pared y asfixia, como un vapor malsano. Tiñe los muebles, los armarios, los libros dispersos por el suelo. Discutimos por cualquier cosa, aunque los dos sabemos que, en el fondo, se trata de la desaparición del punto, del cual ella me responsabiliza. Creo que a veces sospecha que en realidad lo tengo, escondido, para vengarme de ella. “ No debí confiar en ti – se reprocha -. Debí imaginar que me traicionarías.”

Era un estuche de plata, largo, de los que antiguamente se usaban para guardar rapé. Lo compré en un mercado de artículos viejos. Me pareció el lugar más adecuado para guardarlo. El punto estaba allí, redondo, minúsculo, bien acomodado. Pero pasaron tantos años. Es posible que se extraviara durante una mudanza, o quizás alguien lo robó, pensando que era valioso.

Luego de buscarlo en vano casi todo el día, me voy de casa, para no encontrar su mirada de reproche, su voz de odio. Toda nuestra felicidad anterior ha desaparecido, y sería inútil pensar que volverá. Pero tampoco podemos separarnos. Ese punto huidizo nos liga, nos ata, nos llena de rencor y de fastidio, va devorando uno a uno los días anteriores, los que fueron hermosos.

Sólo espero que en algún momento aparezca, por azar, extraviado en un bolsillo, confundido con los otros objetos. Entonces será un gordo, enlutado, sucio y polvoriento punto final, a destiempo, como el que colocan los escritores noveles.

Cristina Peri Rossi

domingo, 21 de junio de 2009

no tengas miedo

estos dias la vida se encarga sistematicamente de golpearme, golpe tras golpe, dia a dia, pero yo me encargo de levantarme y seguir.
No caere lo prometo, estoy cada vez mas fuerte, cada vez mas segura de lo que quiero y hacia donde voy.
No tengas miedo, si caes yo te dare la mano.
Buena semana

miércoles, 17 de junio de 2009

amar sin exigir

¿Alguna vez has amado a alguien sin poner condiciones?
"El cariño es algo hermoso, pero cuando ese cariño compor­ta alguna idea, entonces es interesado. Es un trato, tiene sus con­diciones. Y todo nuestro amor es interesado; de ahí la infelicidad que hay en el mundo, el infierno en el que se vive. No es que no haya cariño, hay cariño, pero muy interesado. La madre cuida, el padre cuida, el marido cuida, la mujer cuida, el hermano, la her­mana... todo el mundo cuida. La gente cuida demasiado y sin em­bargo el mundo es un infierno. Aquí debe de haber un error, algo está fundamentalmente equivocado.

¿Cuál es ese error fundamental? ¿Dónde fallan las cosas? El cariño tiene condiciones, "¡Haz esto! ¡Sé aquello!". ¿Alguna vez has amado a alguien sin poner condiciones? ¿Alguna vez has amado a alguien tal como es, sin querer mejorar a la persona, sin querer cambiarla; aceptándola absolutamente, totalmente? Entonces sabes qué es el cariño. A través de ese cariño te sentirás sa­tisfecho y ayudarás inmensamente al otro.

Y recuerda, si cuidas sin ningún in­terés, sin ambición, la persona a la que cuidas te amará para siempre. Pero si tu cariño tiene alguna intención, la persona a la que has cuidado no será capaz de perdonarte jamás. Por eso los niños no pueden perdonar a sus pa­dres. Pregunta a los psicólogos o a los psicoanalistas; casi todos los casos que tratan son de personas cuyos padres les cuidaban demasiado cuando eran niños. Y su cariño era interesado, frío y calculado. Querían satisfacer algu­nas de sus ambiciones a través de sus hijos.

El amor debe ser un regalo. En el momento que tiene una eti­queta con un precio deja de ser amor".

Osho, Compasión. El florecimiento supremo del amor
http://osho-maestro.blogspot.com/

L vamos llevando


el dia transcurre placido para aquellos que no tienen nada que hacer.. no es mi caso, me levanto, hago los mandados, desayuno, mando mails por trabajo y personales, chequeo el face, lavo la ropa, tiendo la cama, hablo por telefono, arreglo entrevistas, cocino, me bano almuerzo, tomo cafe etc.
como dije antes son dias intensos, donde uno no se guarda nada, da todo loq ue tiene, pone la carne en el asador, por mejorar, para crecer, para volver a creer.
ese es mi camino hoy, caminar largo y tendido, a paso sostenido, con buen ritmo, sin correr pero sin mirar las vidrieras, ya voy a llegar, voy a poder, lo se.

sábado, 13 de junio de 2009

buen dia dia



esta el sol, estoy bien, estas en mi vida, todo camina, corre, se detiene y continua, enfin estamos vivas.
buen finde para todos!

miércoles, 3 de junio de 2009

miercoles


ufa viene complicada la semana, qiero descansar pero no puedo, mil cosas mil actividades, del trabajo, de la vida, y con muuucho frio, qien sabe que nos depara el destino...
Pero soy optimista y le pongo toda la energia, vamosss que podemos! buena semana para todos!